Recuerdos (Blitzo x Belzebub)
10 parts Ongoing MatureQuién sabe. Ese viejo refrán siempre parece susurrar en los rincones oscuros de mi mente: *del odio al amor hay un paso... o quizá una bala.*
Es extraño pensar en lo delgado que es ese hilo, en cómo dos sentimientos tan opuestos pueden estar tan trágicamente cerca. El amor y el odio no son más que espejos enfrentados, reflejándose el uno al otro hasta que no puedes distinguir dónde termina uno y comienza el otro. Ambos consumen, ambos queman, y ambos pueden dejarte vacío cuando se apagan.
A veces me pregunto si, en el fondo, no son lo mismo. ¿No es el odio, al final, solo amor que se ha podrido? ¿Y el amor? ¿No es también capaz de destruir, de herir, de convertirte en alguien irreconocible? Quizá esa bala no sea más que el momento en el que dejamos de pretender que somos mejores de lo que realmente somos.
Es un pensamiento inquietante, pero hay algo innegablemente humano en esa fragilidad. En nuestra incapacidad de amar sin temer, de odiar sin desear. En cómo la línea que separa un beso de una herida puede desaparecer en un instante, dejando solo silencio y la huella de lo que fue.
Tal vez el paso entre ambos no sea físico, ni siquiera consciente. Tal vez sea inevitable. Porque amar es entregarse al dolor, y odiar es admitir que una parte de ti aún se aferra, que no puede soltar. Quizá no hay diferencia, solo dos caras de una misma moneda girando en el aire, esperando caer.
¿Y si nunca lo entendemos? ¿Y si ese paso o esa bala son lo único que define lo que significa ser humano? Un constante borde entre la creación y la destrucción, entre el amor y el odio, sin poder escapar de ninguno.