Cuando creé este mundo, quise seguir un orden, pero mis hijos me desobedecieron... y crearon a las hijas de la vida, mujeres capaces de dar a luz a seres inmortales.
El mundo se había encargado de extinguirlos hace décadas, a aquellos que se escondían en la noche, los amantes de la luna, los que vivían dentro del corazón del bosque, los seres de luz más cercanos a mí y aquellos que se rebelaron contra mí.
Sé que es un error lo que han hecho, y espero que ellos mismos lo solventen cuando empiecen a ahogarse, pues no estaré para ellos.