- ¡Vamos! ... -insistia, sus brazos abiertos de par en par, me dejaba saber que Theo no tenía miedo de mi. Del arma que le sostenía sobre la cabeza. Esa que con toda la fiereza que mi pequeño cuerpo recogió, afincaba más contra su frente. -Eres una maldita miedosa. -¡No me retes, hijo de puta! -le escupí. No me sentía en este mundo, el odio dentro de mi me había mandado a un planeta rojo, áspero y desconocido para mí. Yo no podía controlar aquello dentro de mi. De verdad no podía. Yo iba a disparar de verdad quiero hacerlo. -Te mataré. Pego su cabeza aún más contra la pistola , desafiante, brusco, mientras su pecho y respiracion era entrecortada y agitada. -Vos no podés, culicagada. -¡Cállate! -grite furiosa. -Cállese usted mija y termine de descargar esa belleza contra mi. -Sus labio se había curvado en una sonrisa maliciosa, burlona, sus ojos estaban rojos, inyectados de sangre. -Aprovecha la oportunidad que te doy, sino me matas ya, te juro que acabo con todos los tuyo. Bueno, los poquitos que te quedan. Todo dentro de mi se sacudió junto a un frío que me atravesó mi estómago como un cuchillo frío y afilado, pues lo unico que me queda es mi hijo. Ya no me queda nadie más. Y él lo sabe, ya que él es el responsable de la muerte de toda mi familia.All Rights Reserved
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