Para un joven de 1500 años vivir era morir, todos los días, moría con la desesperación de que un siglo después aún estaría vivo, ni siquiera podía recordar cuántas muertes a tenido que llorar, cuantos amigos a perdido, así que desde hacía seiscientos años comenzó a salir de su escondite para sobrellevar su inmortalidad, como chef, policía, bombero, pintor, pescador, diseñador, cantante, actor, modelo, carpintero, profesor, todo, a sido todo, incluso la a echo de asesino exclusivamente con uno que otro monstruo con cara de buena persona.
Ya había perdido la esperanza de descansar en su propia tumba, hasta que conoció a una persona arrogante con un temperamento poco discreto, fué entonces que dejó de anhelar morir y deseó seguir viviendo para poder encontrarlo nuevamente en otra vida, sin embargo, era el único que podía hacer que su innagotable existencia llegara a su final.