Un día mi hermano me invito a ver al barça entrenar a lo cual acepte. En el entrenamiento vi a un chico que desde que lo vi no he parado de pensar en él. Y el cual me salvo la vida
Hambrientos de Vida. A pesar de tenerlo todo, Pedri sentía que le faltaba algo, sentía un enorme vacío y jamás imagino encontrarlo en su rival, Gavi, quien nunca se habría imaginado que el canario le llegase a querer...