~SCOTT~
Resulta que enrollarse con mi mejor amigo del instituto puede considerarse gay. ¿Quién lo sabía? Al parecer, todo el mundo menos yo.
Ahora que lo han señalado, no puedo evitar revivirlo en mi cabeza.
Repetidamente. Adiós a la ciudad de la negación, hola a la ciudad de la confusión.
En el momento en que mi sendero me lleva por la ruta de las aplicaciones de citas gay, no espero conocer a nadie que me guste, pero entonces lo conozco a él.
No puede ser más opuesto que yo. Es inteligente, odia el lacrosse y se identifica como demi-algo de lo que nunca he oído hablar.
Sin embargo, no puedo negar que hay algo ahí. Algo que quiero explorar en persona. Si tan solo pudiera conseguir que estuviera de acuerdo.
~ISAAC~
Toda mi vida me he sentido roto.
Harto de que mis ex novias, mis amigos e incluso mis padres me pregunten si puedo ser gay, me apunto a una aplicación de citas gay para demostrarlo.
No espero encontrar lo que siempre me ha faltado. Una conexión real.
El problema es que tengo demasiado miedo de conocerlo en persona. Es jugador de lacrosse, y temo que cuando se entere de que mi hermano juega en la NLL, me vea eclipsado por mi hermano superdotado. Otra vez.
Peor aún, ¿qué pasa si nos conocemos y esa conexión no es la misma?
Cuando le digo que no estoy preparado, se muestra decepcionado pero me apoya. El destino, en cambio, no es tan tolerante.
No tenía ni idea de que la persona de la que me he enamorado es alguien que ya conocía.