El veneno de tu roce ©

Segunda parte de la bilogía Somos Ley

Brooklyn está segura de que no volverá a verlo, pero ÉL está más cerca de lo que cree y no piensa irse sin ella.

El chico del que probablemente se haya enamorado, se ha ido. Y no solo se ha ido, sino que ella ha tenido que ver como la policía se lo llevaba delante de sus narices. Es un asesino, al menos eso dice su padre, pero Brooklyn sabe que en este mundillo no siempre todo es lo que parece.

Dylan lleva una semana en paradero desconocido y aun así Brooklyn está convencida de que es inocente. Lo siente en su destrozado corazón. Por eso cuando esos ojos grises le dan el susto de su vida, no puede evitar alegrarse.

Incluso si Dylan ya no parece su Dylan.

Algo en su mirada ha cambiado y solo queda una profunda oscuridad.

Dylan está decidido a hacer justicia en su nombre, incluso si eso significa perder a la única chica que no puede sacar de su maldita cabeza.

Brooklyn es para él, igual que él es para ella, pero Dylan sabe que todavía hay un hombre que puede separarlos: el imbécil de Nil Davis.