Oscuridad... todo era oscuridad, no distinguía absolutamente nada y a la vez no era capaz de percibir ni el más mínimo sonido. Estaba sumida en una infinita oscuridad y un completo silencio y extrañamente... me sentía cómoda, no tenía miedo y una curiosa sensación de calidez y protección me inundaban, era como si yo formase parte del entorno que me rodeaba, como si no hubiese lugar en el mundo al que perteneciera más que ahí y no solo esas sensaciones hurgaban en mi interior, sino también una fuerza indescriptible que se removía en mí, algo que iba creciendo a cada segundo, nunca antes me había sentido tan viva y poderosa, algo irónico ya que estaba literalmente muerta. Solo que eso no fue lo único que ocurrió, al principio fue un pequeño destello, un pequeño destello que se hizo fuerte y ocasionó una gran y hermosa explosión de luz... ahora todo era blanco, todo era paz, todo era poder...