Permanecer entre las sombras no es fácil. Tratar de creer que él era mio, dolía. Saber perfectamente que poseía el título de “la otra” dañaba mi orgullo. Tuve que soportar muchas veces las cosas que decían de mi apenas me volteaba o tenían la oportunidad. No era nada de lo que decían de mi, no era una golfa, no era zorra rompe hogares. Cuando la realidad me golpeó tan fuerte, supe que ellos, tal vez estaban en lo correcto, tal vez era su puta barata personal con la que solo se revolcaba. Pero todas sus ofensas me hicieron saber que debo mostrar mi parte de la historia. La verdad es una. Lo único que quiero es que, si bien no soy la inocente de esta historia, tampoco fue una perra sin corazón, también sufrí, y por ello merezco que se conozca mi punto de vista.All Rights Reserved
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