Su apellido era adorado por la mayoría de los profesores, a lo largo de su vida siempre había sido así. Nadie podría advertirle que eso sería tanto perjudicial, como bastante beneficioso para ella. Maira llamaba la atención a donde fuera, el tipo de mujer que cualquier persona desearía ser y poseer. Encerrar en una habitación y contemplar hasta que quede sin respiración. Si la gente fuera más culta, diría que es sucesora de Dorian Gray o una maravillosa obra de William Shakespeare. Pero lo más cerca que está nuestra actual sociedad es de leer los libros de E. L. James y quedarse dormidos aquella vez que debían leer Romeo y Julieta en la secundaria. ¿Pero qué más daba? Maira no había tomado la inteligente decisión de ser modelo o influencer, que es lo que se usa ahora. La mayoría de los que la conocían quedaban fascinados con su forma de ser y su belleza. Aún así nada les quitaba la decepción de ver que estudiaba para ser profesora de inglés y no practicaba para ser la más deseada de Buenos Aires. Si es que para eso se necesita practica. No sé, soy narrador, no una mente brillante. La maravilla está en su sueño frustrado y las clases de teatro que abandonó a su temprana edad. La nostalgia que la poseía de pisar un teatro y las materias retrasadas que tenía en el terciario. ¿Qué me das, querido lector, si te advierto que su amiga la ayudará? Resulta que conoce a una joven estudiante y ella conoce a un fascinante profesor. Que no estudió para ser profesor... pero vivimos en Argentina y necesitamos sacar plata (o dinero, dependiendo de donde leas) de la mejor manera en la que se pueda. Pero tranquilos, porque él sabe hacer teatro y tarde o temprano iban a cruzarse. Después de todo, los argentinos siempre hablamos alguna que otra vez con nuestros vecinos. ✧ ¡Episodio todos los viernes!