Prólogo:
Cada mes de abril, cuando el viento sopla desde el mar y se mezcla con el aroma de las lilas, Harry Styles recuerda su último año en el instituto Beaufort. Era 1958 y Landon ya había tenido una o dos novias. Juraba incluso, que ya se había enamorado. Desde luego, la última persona de la que se imaginó que lo haría era ___(tu nombre) ____(tu apellido), la hija del pastor baptista del pueblo. ___(t.n.) era una chica callada, que siempre llevaba la Biblia entre sus libros para el colegio, y que parecía contenta viviendo en un mundo aparte del resto de los adolescentes: cuidaba de su padre viudo, rescataba animales abandonados y era voluntaria en el orfanato. Ningún chico le había pedido una cita jamás. Harry nunca hubiera imaginado hacerlo. Sin embargo, un giro del destino hizo que ___(t.n.) se convirtiera en la pareja de Harry para el baile. Y desde ese momento, la vida del chico cambiaría para siempre. Estar con ___(t.n.) le enseñó las profundidades del corazón humano y le llevó a tomar una decisión asombrosa que marcaría el comienzo de su madurez.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...