Pedri nunca pensó que su vida daría tantos giros inesperados. Lo que comenzó como un juego entre amigos lo llevó a una montaña rusa de emociones, con el corazón dividido entre el pasado y el presente, entre la fama y la intimidad. Siendo una estrella del fútbol, su vida siempre estuvo bajo el ojo público, pero nada lo preparó para los retos emocionales que enfrentaría.
Todo empezó con Pablo, o mejor dicho, Gavi, . El chico brillante y talentoso de su universidad y también jugador del barcelona, cosa que le oculto, ante Pedri, Pablo es solo el chico popular de su universidad,con su energía arrolladora y su carisma, se convirtió en algo más que un simple compañero. Su relación con Pablo fue confusa y tumultuosa desde el principio: llena de momentos de cercanía, besos robados y secretos no dichos. Las emociones entre ambos eran profundas, pero estaban marcadas por el miedo a ser descubiertos, a las expectativas del club y la presión de la sociedad. Gavi tenía una imagen pública que mantener, mientras Pedri sentía que estaba viviendo una mentira, atrapado en una relación que nunca podría ser completamente honesta.
Cuando Pablo y Pedri terminaron lo que estaban construyendo abruptamente, Pedri sintió que su mundo se derrumbaba. Pero en medio de su dolor, apareció Charles Leclerc, la estrella de la Fórmula 1. Charles trajo consigo un aire fresco y emocionante. Con él, Pedri experimentó una nueva forma de afecto, más libre y abierto, alejado de las sombras del fútbol y las falsas apariencias. Charles le ofrecía una vida diferente, una vida donde podían ser ellos mismos, lejos de las exigencias de un mundo que siempre los observaba.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.