Todo ocurre en la década de los 50's. Margaret Clifford pertenece a una familia de la aristocracia de Inglaterra, a sus 20 años de vida ya ha hecho de todo lo habido y por haber: Ha ido de fiesta, se ha visto con chicos de todo tipo, ha fumado, bebido...etc. La prensa la ama y todas las semanas sale en las revistas de moda y cotilleos, siendo calificada cómo la mujer más atractiva y sensual del país, pero todo eso tiene un precio, y es que Margaret es muy querida por la prensa y el público, pero no tanto por su familia. Una madre infiel, un padre que la desprecia y solo la compara con su hermana mayor, Florence, una hermana con la que esta cansada de competir por el amor de su padre, un triángulo amoroso en el que está metida y no sabe cómo salir, y el posible destierro de su familia...Todo esto hace que nuestra protagonista salga huyendo y coja el primer tren con destino a París, huyendo de sus problemas y también de su lujosa y acomodada vida. Tomando otra identidad para ocultarse bajo las sombras de la ciudad del amor y evitar que sus revolucionados admiradores y familiares la encuentren.
Francesco es un apasionado italiano de veinticuatro años que lleva ya casi cinco años viviendo en la ciudad de París desde que dejo su amada patria de pasta. Y también, un pasado que se niega a afrontar y del que se siente culpable. Es un chico que vive todos los días de su preciosa vida cómo si fuera a ser el último. Él no necesita lujos y jerseys de marca, a él le basta con su vida callejera y sus cuadros, mientras intenta abrirse un hueco en el competitivo mundo del arte.
Ambos no se buscaban, pero él destino les hace un favor en unirlos. Ellos no lo saben, pero se necesitan, y se desearan, hasta darse cuenta de que no sabían cómo podían haber vivido todos estos años sin las risas y metáforas de uno, y sin el hombro para llorar del otro.
La noche empezó como una simple apuesta entre colegas. Un grupo de cirujanos, extenuados por la rutina del hospital y en busca de algo que los sacara de la monotonía, decidieron jugar al Juego de las Llaves . Todo era emoción y nervios entre copas, hasta que la suerte jugó una mala pasada.
Cuando llegó el momento de emparejarse, los rostros se llenaron de confusión: por un error.