Pecar nunca se sintió tan bien...
Un encuentro fortuito. Un encuentro que nunca debió haber ocurrido.
Hace muchos años, dos niños de mundos completamente diferentes forjan una conexión, una conexión fatídica, un vínculo inquebrantable que cambiaría sus vidas para siempre...
Minho sólo conoce una manera de vivir, bajo la ley del Profeta Sun Myung Moon. En la comuna que él llama hogar, Minho no sabe nada de la vida más allá de su estricta fe, ni de la vida más allá de la Cerca, la la cual lo mantiene atrapado en un ciclo sin fin de miseria, como un ave enjaulada esperando el final. Una vida que él cree que está destinada a llevar siempre, hasta que un hecho atroz lo libera. Huyendo de la seguridad absoluta de todo lo que él ha conocido, Minho se ve inmerso en el mundo exterior, un mundo aterrador lleno de incertidumbre y pecado; dentro de los brazos protectores de una persona que creía que nunca volvería a ver.
Han Jisung, conocido en el bajo mundo como "Han", sabe una cosa con seguridad en la vida, que nació y se crió a llevar un chaleco de motorista. Criado en un mundo turbulento de sexo, armas, y drogas, Han, tiene inesperadamente la pesada carga del mando de los Verdugos de Hades sobre él, y todo a la edad de veintiséis años. Perseguido por un trastorno del lenguaje aplastante, Han aprende rápidamente a hacer frente a sus enemigos. Puños poderosos, una mandíbula de hierro y el uso hábil de su preciada cuchilla le han ganado una temible reputación como un hombre con el que no hay que meterse en el oscuro mundo de la mafia.
Han tiene una regla en la vida, nunca dejar que nadie se acerque demasiado. Es un plan al que se ha apegado por años, hasta que lo encuentra... un chico que parece misteriosamente familiar, un chico que claramente no pertenece a su mundo, sin embargo, un chico al que no quiere ni dejara ir.