Yeonjun, un joven muy lindo de 24 años de edad, proveniente de Corea del Sur, era un chico solitario que le gustaba la soledad, solo aceptaba la compañía de la amistad, pero nunca estaba abierto a tener una relación. A Yeonjun no le interesaba el tema del amor, más bien no creía en ello, él pensaba que el amor solo traía problemas y dolores de cabeza, a demás de una perdida de tiempo, no lo necesitaba. Para él no tener una pareja significaba vivir la vida, y él la vivía a su manera, sin horario ni reglas, le gustaba gozar de la vida a su propio rumbo. Pero Yeonjun no pensaba que su agradable rutina daría un giro de noventa grados, cambiándole los planes. En un festival como otro cualquiera, donde fue a disfrutar junto a sus amigos, inesperadamente se topó con un guapísimo y sexy muchacho de veintitrés años llamado Soobin, el mismo culpable que descontroló la normal vida de Yeonjun, haciéndole sentir mariposas en su estómago.