Los gemelos Tsugikuni eran adictos. Michikatsu era adicto a la gloria, luchar contra los demonios, ocasionalmente a un buen sake y la sensación de ser más que el gemelo inferior. Cuando se volvió demonio, sumo a la lista la sangre de su hermano Yoriichi. Yoriichi era adicto al afecto de la gente, su compañía, una que otra bebida dulce, y últimamente a la especial atención de su hermano mayor. Pero lo que más le gustaba era la sensación de los dientes afilados del demonio en su cuerpo. Pero hubo una sola cosa a la que ambos estaban encadenados por más y que no podía ser saciada de ninguna manera. El contacto carnal entre ambos.All Rights Reserved
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