Mi nombre es Myeong-Shin. Sí, soy un aburrido Coreano-Estadounidense con cabello castaño oscuro. soy un ser solitario, jamás me interesó tener un solo amigo, mi familia a veces me regaña por no salír nunca de mi habitación; dependo de mí la mayor parte de mi tiempo, y eso nunca se irá de mis raíces.
¿Parejas?, ¿Amigos?, No me hace falta, sé cuidarme, no necesito a nadie, y cuando es nadie, Es.. Nadie.
Pero desgracias ocurren en mi día a día. Un peligroso encuentro con aquél chico que cualquier chica con un estilo oscuro desearía tenerlo en su vida, en mi caso, este me hizó odiarlo con tan solo cruzar mirada con él, y apenas hablarle.
Se trata del mismísimo Edward William , un chico con cabello largo de apariencia muerta por su tono de piel pálido, es más alto que yo, y mierda, mi mente solo pensaba en darle un puñetazo. Ojalá él piense lo mismo, solo apareció para joderme en la miserable vida que tengo por desgracia.
Lo que nunca imaginé fue que personas de mi pasado aparezcan en mi camino de nuevo a atormentarme muchisimo con algunos traumas míos.
Deseo ganar la guerra.
Abbie tiene un problema y la solución está en la puerta de al lado.
¡Ella no ha hecho nada malo! Sin embargo, su excompañera de hermandad la ha puesto en un aprieto en donde su futuro universitario pende de un hilo.
Con el tiempo corriendo, pánico y una mejor amiga experta en dar soluciones, Abbie explora las opciones, pero no tarda en darse cuenta de que Damiano, el frío jugador de hockey y su ceñudo compañero de piso, es la respuesta.