Uno jamás podría darse idea de cuantos recuerdos nuestro cerebro alberga, aunque ni nosotros mismos lo sepamos o indaguemos mucho en ellos... Esa es la razón por la que aveces sueñas algo con un completo desconocido, y luego, al despertar, jurarías jamás haberlos visto en tu vida.
No hay nada que explique el porqué de esa sensación, al ver por primera vez a una persona, de que ya se habían visto en algún momento, que sus miradas ya se habían cruzado tiempo atrás, que ese desconocido en realidad habita en el fondo más oscuro de tu memoria, y un pequeñísimo brillo se hizo notar al verlo, mas aún así, jurarían jamás haberse conocido en realidad.
*Todos los personajes de la historia no me pertenecen*
*En esta historia se utiliza un OC (original character) propio, cualquier similitud con algún personaje es mera coincidencia*
*Todos los personajes de esta historia son mayores de edad*
*Contiene lenguaje inapropiado, sexo, sangre y violencia, personas sensibles, se les pide discreción o en sí abstenerse de leer esta historia*
¿Qué pasaría si una preadolescente entrara al juego del calamar? Todos los jugadores tienen deudas, problemas, algo que los llevó ahí... pero ella no.
Nadie le dio la tarjeta, nadie pensó en reclutarla. Sin embargo, no podían sacarla.
Era demasiado tarde; ya era parte de los juegos.