En un mundo donde la luz y la oscuridad luchaban eternamente, nació Azazel, un joven con un destino inesperado. Azazel vivía en un pequeño pueblo rodeado de mitos y leyendas sobre ángeles y demonios. Un día, en un momento desesperado, decidió hacer un trato con un demonio en busca de poder y venganza. El demonio, en nombre de Lucifer, le ofreció un pacto: convertirse en el heredero de Lucifer y obtener una parte de su poder a cambio de cumplir una misión oscura. Azazel, sediento de poder y ansioso por cambiar su destino, aceptó sin dudarlo. Con el poder de Lucifer corriendo por sus venas, Azazel se convirtió en un ser temido y respetado en el mundo de los demonios. Sin embargo, su camino hacia el poder estuvo lleno de desafíos y peligros, ya que los seguidores de Dios, los 7 Caballeros Sagrados, veían en él una amenaza para el equilibrio del mundo. A lo largo de su viaje, Azazel descubrió la verdad detrás de la muerte de Lucifer a manos de los 7 Caballeros de Dios, un acto que desencadenó una guerra milenaria entre el cielo y el infierno. Azazel se vio envuelto en una lucha épica por el control del mundo, donde tuvo que enfrentar sus propios demonios internos y tomar decisiones que pondrían a prueba su lealtad y su humanidad. En su búsqueda de redención y poder, Azazel se enfrentó a desafíos inimaginables y se vio obligado a elegir entre la luz y la oscuridad, entre el bien y el mal. Su legado como el heredero de Lucifer estaba marcado por la incertidumbre y la esperanza de un futuro donde la paz y la armonía pudieran reinar en un mundo dividido por la eterna lucha entre el cielo y el infierno.