Prohibido Sentir

Sentía mi mundo girar había tomado de más pero el punto era ese, vine a divertirme y pasármela bien, aún sentía el traje de baño pegado a mi debido a que no sequé mi cuerpo retiré la parte de abajo del bañador después el sostén, me coloqué mi playera gigante y estaba lista para dormí. Él me notaba desde la puerta entre abierta de la habitación hasta que decidido entrar. Cerró la puerta colocando el seguro, pensó que lo vi pero lo esperaba de su parte. Se quitó sus zapatos haciendo espacio en la cama junto a mi.
Mi mirada buscó sus ojos en la oscuridad. La luz de la ventana nos permitía ver nuestras siluetas y levemente nuestros rostros.
Ninguno de los hablo era como si una sed de deseo lujuria y desenfreno nos rodeara lascivia pura. Nuestros labios chocaron con necesidad nuestras lenguas no tardaron en salir a suplicar más nuestro gemidos leves resonaban por la habitación. Su mano comenzaba a hacer moviendo más bruscos haciéndome mover sobre mi propio cuerpo agitándome contra el.
-Sigue sigue por favor no te detengas.- mi súplica era más un sollozo. No podía estar segura por que era ilógico pero su mirada. La mirada de mi amigo ya no era amistosa.