- Es lo que llevas deseando...- besa mi nuca e introduce dos dedos a mi interior. Gimo de inmediato contra la puerta, mis piernas tiemblan y siento que si no sostiene mi cintura acabaré desplomándome en el piso.
Me embiste con sus dedos provocándome unas ansias por sentirlo a él completamente en mi interior, sentir esa erección en mis paredes, embistiendo con fuerza, haciéndome gritar como hace mucho no lo hago.
Agarra mi cabello en una cola y besa mi cuello, precisamente en esa fea marca que siempre llama la atención.
- ¿Qué quieres hacer?...- me cuestiona y escucho el ruido de una cremallera bajándose. Un sudor frío recorre mi espalda, pero no soy capaz de reaccionar, todo en mí está caliente, tanto que ardo en necesidad.
- Yo...- ni siquiera me sale la voz, estoy sofocada, creo que me voy a desvanecer de tanto calor.
Vuelve a besarme en el cuello, me muerde, aparta sus dedos de mí, haciéndome sentir vacía y rápidamente me voltea para quedar de frente. Sus ojos grises están llenos de deseo, su pecho sube y baja mientras pierde la cabeza en lo que estamos haciendo. Agarra mi cuello y por primera vez en todo este maldito juego une nuestros labios en un beso para nada tierno, me arrincona abruptamente contra la puerta y escucho el clic del seguro. Sus labios se mueven sobre los míos con dominación y nada de ternura, los ataca como un animal salvaje, los muerde y succiona haciéndome daño, también haciéndome enloquecer.
Advertencias:
Darkromance
Sexo
Violencia
Escenas poco éticas.
❌No es romance fresa.
Por favor, si no le interesa este tipo de contenido no entre y estaremos bien.
Elizabeth, mi Elizabeth, eres mía, siempre mía... desde que te besé por primera vez, desde que te corrompió mi lujuria eres mía.
Te desee con locura cuando apenas eras una niña y cuando te hize mía por primera vez lo supe, debía volverte adicta a mí, marcarte como mía de todas las formas posible. Enseñarte que para tener el placer debes pagar el precio, tocar el cielo y bajar al infierno consumida por el dolor.
Te amo Elizabeth, y yo te enseñaré a amarme, porque siempre serás mía.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Segunda parte de "Siempre tuya"
Esta historia será narrada por David, un chico extraño que la muerte de su madre lo marcó pero su monótona vida cambia cuando una inocente Elizabeth entra en su vida. Comienza a obsesionarse con poseerla, la tiene en sus manos cuando decide entrenar su cuerpo y crear a una masoquista dispuesta al dolor por alcanzar el placer.
"El dolor es un efecto del amor, no solo del placer "
No apto para personas sensibles
Contenido solo para adultos.