La amistad entre Buck y Eddie era envidiada por muchos. Sin embargo, cuando Buck comienza a explorar un nuevo amor con otro hombre, las dinámicas entre los dos amigos cambian drásticamente. Eddie, sorprendido por la intensidad de sus propios sentimientos, se ve envuelto en una tormenta de emociones que lo lleva a cuestionar su propia identidad y los límites de la amistad. Mientras tanto, Buck lucha por equilibrar su nueva relación con su lealtad hacia Eddie, sin darse cuenta del conflicto interno que su felicidad ha desatado en su mejor amigo. En medio de la confusión, los lazos que alguna vez parecían inquebrantables son puestos a prueba, y ambos hombres se ven obligados a confrontar sus deseos más profundos y verdaderos.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.