Su vida se había vuelto extraña, estando en el inicio de su matrimonio, intentando balancear sus lecciones con la Septa, las tardes con algunos de sus familiares y el poco tiempo que pasaba con Viserys usualmente se encontraba perdida.
Tragándose a duras penas la tristeza y añoranza que le provoca estar en la corte del rey Jaehaerys sin nadie de su hogar para acompañarla, rezando a diario por la salud de su familia en el Nido de Águilas.
Sabe que no debería resentir su situación, su padre solo hizo lo mejor para el Valle, pero cada vez que piensa en su hogar, en sus hermanos, se encuentra llorando porque quiere volver con ellos, pero no puede.
Hay tantas cosas que no entiende, otras que preferiría no ver. Lo que más la preocupa es que su deber con la corona, que sigue siendo algo ambiguo que no está segura de como cumplir. Las miradas de la corte la acusan de estar fracasando, avergonzando a su familia en el proceso.
En el medio de todas sus preocupaciones y pocas alegrías se encontró sin una luz para iluminar la oscuridad que la consumió sin piedad, dejándola a merced de espectros que no dudaran en dañarla si eso se ajusta a sus planes.
O un giro de eventos desafortunados lleva a que Aemma Arryn, esposa del príncipe Viserys Targaryen, tenga un sueño de dragón en el que se encuentra con los Dioses de la Antigua Valyria, estos la reclutan para cambiar el futuro de la dinastía y así proveer un mejor futuro para la princesa que fue prometida.
Todos los derechos y créditos de los personajes y el mundo de ASOIAF le pertenecen a George R.R. Martin, solo la trama de este fanfic y algunos OC son de mi autoría. Créditos a los respectivos autores de las imágenes usadas.
Ya estoy hasta la madre de escribir tantas historias sin terminar, pero aquí vamos de nuevo...
Donde un Draco Malfoy tiene autismo, fue abandonado por su madre y se hizo mejor amigo de Harry Potter antes que el trío de oro.
hay una serpiente blanca, un lobo negro y un diario.
Ah, y los fundadores lo ven como la cosa más linda del mundo.