En un tranquilo rincón del parque, una niña se sentaba sola en una banca, perdida en sus pensamientos mientras otros niños jugaban a su alrededor. Un hombre de tez oscura, con un parche negro y vestido completamente de negro, se acercó y tomó asiento junto a ella. Con una voz suave pero firme, le preguntó por qué no se unía al juego de los demás. La niña volteó hacia él, sus ojos brillaban con la luz de mundos no vistos. "Estoy ocupada creando una historia", dijo con seriedad. El hombre, que no era otro que Nick Fury, se inclinó interesado. "¿Y de qué trata tu historia?", preguntó. Con la inocencia de su juventud, la niña comenzó a contarle la trama de su "Historia".