"Ven a mi... mi héroe caído.. y protege mi reino de los invasores"
Fueron unas palabras suaves y autoritarias que pudo oír Midoriya, si bien podía mover su propio cuerpo con libertad, sentía que a la única persona que debía servir era a la mujer semi desnuda que tenía frente a él, diferentes sellos estaban a su alrededor y las estructuras parecían ser algo antiguas, dejando en claro la carencia de tecnología actualizada que tenía en su hogar, en una ciudad, en su mundo... También le daba curiosidad la apariencia que adoptó, una versión un poco más joven de si mismo, de aquella época donde la guerra contra el Frente de Liberación Paranormal dominaba las calles de su hogar.
"Yo... sirviente del código Deku, estoy a su servicio mi contratista, dime a quienes d-debo eliminar... y lo haré sin titubear"
Olga nunca esperó que la voz de aquella persona fuera tan joven, pero juzgando por las vestimentas harapientas, se podría decir que aquel chico se encontró envuelto en un gran evento violento con muchas represalias. Sin embargo, sabía que no debía juzgar por las apariencias, sus ojos.. si bien eran brillantes de un tono similar al jade, notaban una profunda experiencia en combate, aunque no pareciese el tipo que pudiese matar personas...