La vida de Harry y Megan parecía sacada de un cuento de hadas moderno. Con casi cuatro años de relación, su amor parecía inquebrantable, su complicidad innegable. Jóvenes y llenos de sueños, el mundo parecía estar a sus pies, sin mayores preocupaciones que el futuro brillante que imaginaban juntos. Sin embargo, en un momento de intimidad, Megan rompe el silencio con una revelación inesperada que sacude los cimientos de su relación. La simple frase, pronunciada en el calor del momento, desata una tormenta en la mente de Harry, quien siempre ha creído en la pureza y exclusividad de la monogamia. A partir de ese instante, todo lo que creían saber sobre su amor se verá puesto a prueba.