Jane Austen estaba cansada de la rutina, de la monotonía de su vida. Ella sabía que no hacía con su vida lo que le hacía feliz, pero la presión a la que estaba sometida era mayor que cualquier ilusión que pudiese tener Dylan Roberts también estaba cansado, pero de sus sentimientos, de su manera de sentir. Quizás por eso los unió el destino, ya que percibió que ellos eran dos cuerpos incompletos, que se necesitaban mutuamente para completarse. Quizás fue eso, pero el destino es muy caprichoso y no se lo pondría tan fácil.