Taehyung miraba cómo sus nietos corrían por la gran mansión, tan grande y solitaria. Sus risas llenaban el aire, pero para él, cada eco era un recordatorio del vacío que había dejado Jungkook. Los pequeños alfas se movían de un lado a otro, llenos de energía, mientras que Jiyoon, la única Omega, se mantenía a un lado, observando con curiosidad. -Abuelito Tae, ¿cómo era el abuelo Jungkook? -preguntó con su dulce voz.All Rights Reserved
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