Cuando Freen Sarocha Chankimha escuchó la sentencia del jurado, el mundo se desmoronó ante sus fanales vidriosos e índigos, condenada a cinco años de prisión por una negligencia médica que no cometió, fue trasladada hasta una prisión de máxima seguridad, tenía sus días contados, lo sabía.
Rebecca "Becky" Armstrong, su compañera de celda y la reina de la prisión, sádica como ninguna otra, el vaho que salía de su boca era veneno puro, amargo y llameante. Freen tragó saliva, segura de que sería la última vez que lo haría. Su cuerpo convulsionó y sus piernas se sintieron débiles, podría haberse orinado del miedo.
- Cuando solicité una compañera de celda para divertirme, no imaginé que me traerían una linda corderita.
Si Dios había creado a Eva, el diablo había creado a Rebecca Armstrong.
Todos los créditos a su autor original.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...