Memorias de una Helldiver

-Evelyn -llama una voz desde fuera de la casa- Traenos unas cervezas, ya queda poco para que la carne se acabe de cocinar

-Voy papá! -el sonido de la madera chirriar a cada escalón que pisaba para bajar de la habitación a la cocina era ocultado por la música que sonaba desde el jardín-

-Gracias cariño -me dice cuando le doy una cerveza a él y a su mejor amigo-

Un buen rato pasa y el jardín se empieza a llenar de personas, risas alegres y conversaciones de todo tipo

-Mi niña -me giro para ver a mi tía saludandome, pero mi oído me empieza a pitar- Estas bien? Siéntate si te encuentras mal. Martha, creo que tu hija se encuentra mal

-Por qué te brillan los ojos tia? -yo pregunto notando como mi visión se empieza a poner borrosa

Susurros es lo único que escuchaba ahora mientras me ayudaba a sentarme en el suelo, cada vez viendo más oscuro y con mis oídos empezando a doler, solo podía discernir como todo se volvía más oscuro y como empezaba a tener frío.

-No me encuentro bien -yo murmuro mientras intento comprobar si tenía fiebre, pero dónde está mi brazo-

Yo me quedo mirando como tengo un muñón sangriento donde antes estaba mi brazo derecho, vuelvo a levantar la mirada y donde antes estaba mi tía ahora hay un ser de metal con ojos rojos levantado un arma apuntandome, solo para ser destruido por un tiro que a saber de donde vino

-Ya lo recuerdo -yo me empiezo a reír como una loca- Estoy en Malevelon Creek