"El miedo, siempre es el miedo. Que lo invade y lo infecta todo de incertidumbre. Siempre el miedo. Sobre todo si eres una mujer en la España franquista de finales de los 50 desesperada por escapar del yugo de la obligación. Hay mucho miedo, pero, tal vez, también esperanza. Esperanza en que en esta ocasión, quizás, quien le ha mostrado que la vida puede ser de otra manera tenga razón. En que, quizás, tal vez, haya una posibilidad de que al miedo pueda ganarle el amor".