Sabrina, una joven de veinte años, vive con su madre en una casa acogedora situada en un pequeño barrio olvidado por el tiempo. Su madre, deseosa de que Sabrina tenga un futuro mejor, insiste en que asista a la universidad. Sin embargo, la falta de recursos económicos la obliga a recurrir a su ex marido, el padre de Sabrina, para cubrir los gastos de la educación. Él, dueño de una próspera cadena de hoteles, acepta sin dudarlo. Con la esperanza de un nuevo comienzo, Sabrina se muda a la imponente mansión de su padre. Allí, conoce a Vanesa, la nueva esposa de su padre y a Lucas, el hijo de Vanesa. Desde el primer encuentro, Sabrina y Lucas sienten una chispa de competencia y desdén mutuo. Sus personalidades fuertes los llevan a enfrentarse en una constante batalla. Con el tiempo, los sentimientos de competencia y odio se transforman en algo más complejo y profundo. Sabrina y Lucas comienzan a entenderse y apoyarse mutuamente, creando un vínculo que desafía las expectativas y prejuicios iniciales.