Un ser meramente puro y santificado; en tu cabeza no existe ápice de maldad. Belleza etérea que es imposible no quererla corromper mediante actos escabrosos y faltos de gracia. Vocación por tu religión, enamorada de la compación e inocencia. Noche tras noche lloras por tus semejantes, quienes desean descarrilarte del buen camino. Eres tan pequeña para los demás... Tan insignificante. Sencilla de manipular al antojo; Similar a una inerte muñeca de porcelana... Tan fácil de quebrar. Tienes que guardar silencio sepulcral, Ya que, de igual manera... ¿Quién te oirá sollozar? (Créditos para Captain Howdie )All Rights Reserved
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