THE END OF THE AGES : Shuumatsu No Apocalypse

El tiempo ha expirado. El reloj de la creación se detiene con un golpe final.

La extinción no es una tragedia, es una decisión. La humanidad ha sido juzgada y encontrada indigna. Los Creadores han emitido su veredicto.

Desde los tronos inmaculados, el Supremo Bel Marduk, una presencia que impone un silencio absoluto, presenta la moción final: el Dictamen de Aniquilación. El destino de la especie humana, una frágil cuerda tensa sobre un abismo, está a punto de ser cortada para siempre.

En el vasto y gélido Parlamento, las deidades de todas las eras asienten en un consenso escalofriante. No hay objeciones. No hay piedad. El veredicto es tan definitivo como la misma muerte: ¡EL FIN! La Tierra solo espera la señal para ser consumida

Pero en ese instante de horror, cuando el cosmos se prepara para el olvido, una figura se levanta en un acto de pura desesperación.

El Arcángel Nuriel, hija del caído Miguel, irrumpe, su voz un eco de furia y dolor. "¡Es una locura!", grita, enfrentando la fría indiferencia de los Panteones. "¡No pueden acabar con ellos así! ¡No podemos terminar lo que mi padre intentó proteger!" Su rostro, bañado en lágrimas de frustración, se endurece. "¡Exijo un duelo! ¡Un juicio de combate! El Torneo del Apocalipsis: RAGNAROK, una última oportunidad!"

Marduk, su mirada un abismo de indiferencia, se burla. "¿Un Torneo? ¿Concederles una farsa? No hay razón para prolongar su agonía, ángel. Su destino está escrito."

El desafío ha sido lanzado. El eco de la desesperación de Nuriel resuena en un silencio hostil. El terror no es el fin, sino la adrenalina de luchar contra lo imposible.

El telón de la vida se levanta para la batalla final. Que el rugido del Apocalipsis lo consuma todo.