Al final del camino

Alguna vez has tenido la horrible sensación de que te falta el aire. De que respirar es tan doloroso que pienso como mi vida se decae poco a poco y que la vida se te puede ir en un suspiro. Mientras corro por las escaleras de este mugroso hotel abandonado, con mis pulmones desgastados por el esfuerzo y una siniestra sombra acechando detrás de mí gritando -No huyas cariño, no te hare daño. De hecho, ya no vas a sentir más nada de dolor - me hace sacar fuerzas de donde no se puede explicar con palabras y saltarme las escaleras de dos en dos. Pero antes de contarle cómo va a terminar esto, debo de contarles el comienzo de todo. Siéntense cómodos para escuchar una linda y rara historia.