Cuando Jason conoció a Lizzy, quedó profundamente enamorado de ella, para siempre y de corazón. La amaba por completo, su cuerpo y su alma, y nada ni nadie más existía o importaba en ese momento. Nadie ni nada más le provocaba lo que ella le hacía sentir. Era como si fueran ellos dos contra el mundo, y contra todos y cada uno.
Estaba verdaderamente encantado de conocerla. Sabía que Lizzy era diferente a todas las demás personas que había conocido. Su cabello rubio y largo, su sonrisa sincera, su mirada dulce, y su personalidad empática, dulce, extrovertida, apasionada y tierna, junto con su corazón más grande que el universo y su habilidad para ser querida fácilmente, la hacían única y especial.
Lizzy era el amor de la vida de Jason, su alma gemela, su todo, su hogar, su zona segura, su paz. Y él era lo mismo para ella, nada ni nadie los podía separar ni alejar. Se amaban profundamente y para siempre. Ella era su fortaleza y su debilidad, su todo, quien le daba fuerzas para seguir adelante y quien nunca le soltaba la mano.
Era su persona, su alma gemela, su princesita, su sirenita, su gran amor, y mucho más. Jason la amaba más que a nada ni a nadie en el mundo, y juntos eran invencibles. Siempre supo que estaba encantado de conocerla.All Rights Reserved