†¡Perdóname!†

Nunca creí en las reencarnaciones, pero, ahora...

No sabría que decir con respecto...

...

Mi vida solía ser muy tranquila hasta que me enteré de una nueva serie que apenas y se había empezado a estrenar. Debo admitir que no estaba mala; tenía buena animación, buenas canciones, una trama un poco bíblica con cierto toque de las cosas que uno suele ver a diario, sus personajes principales y secundarios no estaban tan mal y se podría decir que algunos hasta eran capaces de enamorarte.

Mi favorito de todos era Lucifer y admito que un inicio, cuando vi el piloto, ame la parejita que él hacía con Lilith hasta que vi en la serie el cambio drástico que dio aquella pareja. Lilith se marchó, dejando a Lucifer y a Charlie solos, solo para ir al cielo a hacer un trato con Adam para que así se le permitiera quedarse en el cielo. Siete años estuvo alejada de su esposo y su hija, ¿qué acaso no le importaba? Tenía una familia maravillosa que tan sólo querían mostrarle lo mucho que la amaban y querían, mientras que ella, solo pensaba en sus "vacaciones eternas y perfectas".

Realmente me moleste mucho con ello y comencé a odiarla. Por su culpa, Lucifer entro en un estado de depresión que lo mantuvo alejado de su hija mientras que, por otro lado, con Charlie... bueno, con ella no hizo un mal trabajo ya que gracias a ella es que Charlie aún ve a los pecadores del infierno como su pueblo.

Pero ese no es el punto de esta historia, estoy aquí para contarles como fue que de un momento a otro mi vida dio un giro de 360°, si, un giro completo, a fin de cuentas, eso dirían ustedes si de un momento a otro terminan despertando en una habitación distinta a la de ustedes, viendo así que han reencarnado en un personaje ficticio que odiaban hasta hace no mucho...