Nueva Orleans, una ciudad animada pero tranquila, llena de personas animadas que vivían felices sus vidas a pesar de la cruel realidad. Un asesino rondaba por aquellas calles, conocido por todos como el monstruo de Nueva Orleans debido a que a sus víctimas siempre le faltaban trozos de carne, dando a entender así que era un caníbal. Alastor Azrael, un joven Alfa encantador que siempre mostraba una gran sonrisa a pesar de las desgracias que sucedían en aquella ciudad. Siempre las personas tienden a confiar más en alguien que sonríe, aún sin saber la oscuridad que se ocultaba tras aquella enorme sonrisa. ... Aquel joven Alfa de apenas 26 años, se hallaba preparando lo necesario para el ritual. Una vez todo colocado en su lugar y las velas encendidas, comienza a recitar las palabras que eran necesarias para que el ritual terminará por funcionar. De la nada la luz de las velas comienza a temblar y estás comienzan a parpadear hasta que terminan por apagarse y el pentagrama que había en el suelo comienza a brillar. De aquel pentagrama sale una figura de un hombre que no era ni muy alto ni muy bajo. -¿Llamaste? - le pregunta aquel ende que había aparecido ante él mientras estendia sus tres pares de alas y veía a aquel joven Alfa ante él ... -Yo recuerdo haber invocado a Lucifer. No a un preadolescentes - le comenta en tono burlesco a aquel Omega ante él -Jaja, qué gracioso - le responde molestó por como se refería a él debido a su forma humana -Que poco sentido del humor tienes, Darling - le menciona tomándolo de la barbilla para alzar su rostro y que le viera fijamente a los ojos ... Un humano y el mismo rey del infierno. Algo prohibido ante los ojos de todos pero siempre dicen que cuando exista amor entre dos personas, no importa cuantos sean los impedimentos, ellos siempre buscarán la forma de poder estar juntos.(CC) Attrib. NonCommercial