Su cámara lo acompañaba muy escondida en la mochila que resguardaba su postura encorvada, mientras su mirada agobiante era cubierta por sus generosos mechones largos de cabello que lograban esconder la lujuria que tenía por aquél pelinegro brillante. Considerado invisible, Taehyung no podía ni siquiera pensar en compararse con su musa, su atractivo vecino y compañero en la universidad, Jeon Jungkook, que destacaba por su caminar relajado y su aura dominante, su mirada podía pasar desapercibidos sus pensamientos más oscuros y sus calificaciones sobresalientes le daban la fama de estudiante prodigio. Era más perfecto que el amigo imaginario que endulzaba sus sueños desde la infancia, aquél niño de overol amarillo que siempre le hizo compañía en el oscuro sótano donde vivió alejado de su familia. El castaño conformándose con verlo de lejos no esperó llegar a interactuar con el pelinegro, no hasta esa noche, la noche en la que su musa se convertiría en crueldad pura. Kookgiboy © 2024
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