Esperaba, por aquellas manos cálidas que la guardaran del cruel frio de la noche. Esperaba ansiosa, un abrazo repleto de ternura, una caricia amorosa, algunas palabras reconfortantes y... Ella quería amor, ese amor con el que se debe nacer, el amor que es propio y que nadie podría haberle quitado si no lo permitían, pero que de alguna forma habían logrado sacárselo, arrancándoselo de un tirón. Así que ahora vivía, sintiéndose vacía, angustiada en su soledad, sin saber cómo era aquel amor anhelado. Sin sentirse comprendida y respetada, temerosa de sí misma, cuestionando a todos aquellos a quienes no le habían robado como a ella. ¿Por qué, por qué a los demás sí y a ella no? ¿Por qué a ellos sí y a ella no? ¿Por qué, sobre todo, debía ser ella quien sufriera? Y, por aquel sufrimiento que quema la piel y marca el alma en su totalidad, ¿por qué debías tener un ángel, y no una Madre?
Me metí en este juego de alto riesgo por una sola razón: salvar a mi hermano de una deuda que lo estaba consumiendo. Pero nada podía prepararme para lo que encontré al entrar en este mundo de apuestas y secretos. Mi hermano estaba allí, pero no estaba solo. Y entonces, mi corazón se detuvo al ver una cara que creía haber olvidado para siempre... la de mi ex pareja.
iniciada
4/01/25.