Han pasado más de catorce años desde el ataque de Caswell a la manada Bennett, y los cachorros ya han crecido, convirtiéndose en lobos adultos.
Aprendieron lo bueno y lo malo de parte de sus padres. Pasaron de hacer travesuras y berrinches para ganarse la atención de sus padres, a ser adultos maduros, más o menos. Algunos más que otros.
Gareth es continuamente molestado por su peor enemigo desde que tiene cuatro años, no es capaz de deshacerse de él por más que lo intenté.
La relación de Joshua y Marco se hizo oficial hace varios años, cuando Marco le entrego su lobo a Joshua. Las canas de sus padres comenzaron a crecer más deprisa, cuando vieron que sus hijos salían continuamente de noche.
Liam consiguió que Ewan aprendiera a hablar, aunque al principio solo dejaba que él escuchará su voz. El recuerdo de Warner aún sigue presente en él, aunque ahora es mucho menos doloroso que antes.
Luca está amenazando a su padre, Carter con quitarle el puesto de alcalde. Piensa que Green Creek necesita un cambio drástico, hay muchos jóvenes que piden a gritos cambios en algunos de los lugares más emblemáticos del pueblo, entre ellos el Faro.
La alianza de la manada Bennett y la manada Bailey era fuerte, ya que algunos de sus miembros estaban relacionados entre ellos. Para nadie era un secreto que el alfa de la manada Bailey, Cameron, estaba saliendo con uno de los brujos de la manada Bennett, Jack. Muchos, al principio pensaron que era una locura unir a dos manadas de aquella forma, no creían que hubiese una armonía entre ellos, ya que los alfas son muy territoriales.
La apacible tranquilidad de Green Creek se verá interrumpida por la desaparición de uno de los cachorros.
¿Será verdad que su rivalidad habrá hecho que Eddie decidiera irse sin dar explicaciones? Gareth asegura que no le importa, ya que estaba deseando que su eterno rival dejará de apestar el bosque con su presencia.
¿O no?