Amelia y Spencer eran muy unidos en su infancia, pero hubo un error, equivocación o más bien un malentendido que lamentablemente los separó y creo una barrera invisible entre ellos, sin contar la distancia y el tiempo. Pero siempre hay un momento en que el destino decide hacer un reencuentro de aquellos viejos amigos... que ya no eran tan unidos, como en la infancia. Que tan jodido puede ser el destino que conspira en contra de nosotros que no hicimos nada y solo queríamos seguir adelante e intentar olvidar rencores. ¿Deberíamos perdonar y aprovechar lo que el destino nos dio para convivir y empezar algo, olvidando lo ocurrido en el pasado? Avanzar es un gran paso, pero perdonar... lo es también. Así que el tiempo puede curar las heridas o abrir nuevas.
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