Probablemente las preguntas que te voy formular a continuación ya te las hayan hecho o ya te lo habías preguntado antes, pero esta vez yo no espero una respuesta de tu parte. Solo quiero que leas y reflexiones sobre lo fácil que es la vida. ¿A dónde van los globos? ¿Hacia dónde se escapan? ¿Vuelven alguna vez? Lo creas o no, yo una vez ya respondí estas cuestiones y la respuesta parecía ser tan fácil que no me la llegue a creer del todo. Cuando de la mano de un niño se escapa un globo, este no se va por placer, no decide marcharse el por su cuenta, en parte la culpa es de cada uno por dejar escaparlo y una vez se suelta no tiene otra opción que retomar su vuelo hasta casa. Hasta, “El País de los Globos”