En la medianoche de su existencia, con apenas 24 años a cuestas, Samuel decide dejar atrás los escombros de su pasado y buscar refugio en "Valle de la Pascua", un enclave terso y remoto en el corazón del país. La enigmática desaparición de sus progenitores se cierne sobre él como una neblina persistente, aunque procura no dejarse arrastrar por sus sombras. Anhela comenzar de nuevo, ansía la serenidad que le ha sido esquiva.
El destino, caprichoso y desconcertante, teje su primera trampa al cruzar su camino con Nicolás, un alma aparentemente afín, cuyos días transcurren entre el murmullo y el aroma a café del centro del pueblo. Sin embargo, lo que Samuel no anticipa es que su búsqueda de tranquilidad lo arrojará de lleno a un laberinto de oscuridad y locura, donde una obsesión sangrienta y prohibida se erige como el faro distorsionado de su realidad.
En esta tierra, donde las mentiras tejen una red impenetrable y las verdades son tan escasas como las gotas de agua en un desierto, cada alma es custodia de un arcano. La confianza se convierte en un lujo que Samuel no puede darse el lujo de poseer. La pregunta no es quién es fiel o quién yace, sino cuál de todos los secretos enterrados en "Valle de la Pascua" es tan oscuro que su revelación podría significar la perdición de todos ellos.
El verdadero terror acecha en el rincón más inesperado, oculto entre susurros y sombras. Mientras Samuel se adentra en este abismo, debe preguntarse si el monstruo que busca está frente a él... o si, en realidad, el abismo lo ha estado mirando fijamente todo este tiempo, esperando, desde el inicio, en el espejo.