Adam mira el rostro desconocido. No es Lawrence. No es un policía. No está en un hospital. El hombre más joven frente a él no es Jigsaw, pero Adam rápidamente se da cuenta de que tampoco tiene la cabeza bien puesta. Sin embargo, cuando se le da una oportunidad real de vivir, Adam la aprovecha. Independientemente de si eso significa que tiene que vender su vida para hacerlo.