La vida en la milicia era tan dura que podía desestabilizar a cualquiera. Las mujeres estaban a su alcance, ya fuera con o sin su consentimiento, quizás algunos que otros lujos también, pero nada quitaba el temor por la vida que se podria perder al día siguiente. Aunque el campo de batalla estuviera lejos en ese momento, era solo una sombra en su mente, una sombra que deseaba olvidar a toda costa. Sin embargo, la aparición de un joven que con solo un gesto o una basta mirada le obligaría a pasar por las llamas del infierno, avivaría el recuerdo tortuoso del por qué había elegido ser soldado. En su presencia, la crueldad y la bondad se entrelazaban en una danza complicada.All Rights Reserved
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