La migración forzada es un fenómeno global que afecta a millones de personas en todo el mundo, y sus consecuencias van más allá de lo económico y lo político. En particular, los efectos en la salud mental de los niños y adolescentes que se ven obligados a abandonar sus hogares son profundos y duraderos. En este ensayo, exploraremos el impacto psicológico de la migración forzada en esta población vulnerable, examinando cómo las experiencias de pérdida, trauma y adaptación influyen en su bienestar emocional y mental. La migración forzada se define como el desplazamiento de personas que se ven obligadas a abandonar sus hogares debido a conflictos armados, persecución, desastres naturales u otras condiciones que ponen en peligro su seguridad y supervivencia. A menudo, estos migrantes se enfrentan a condiciones extremadamente difíciles durante su viaje y al llegar a su destino, lo que agrava aún más el trauma y el estrés emocional. Para los niños y adolescentes, la migración forzada representa una interrupción abrupta de su vida cotidiana, separación de sus familias y comunidades, y la pérdida de seguridad y estabilidad.