No puede ser tan malo. Ser una embarazada de tres semanas no es tan malo. Pero, cuando lo eres soltera, son otros veinte pesos. La linda imaginación de una familia feliz con su hijo o hija, marido y una madre, siempre te conmueven. Pero, en muchas o pocas ocasiones, hay quienes no aceptan tener una responsabilidad tan alta. Cosas inhumanas pasan con fetos; los abortan, los abandonan o simplemente no les dan cariño. Y créanme cuando les digo algo: nuestros hijos, por más problemáticos que sean, por todos los berrinches que hagan, por más dequisio que te saquen, por todos sus errores cometidos, siguen y seguirán siendo nuestros hijos, y no hay que menospreciar eso.