Sucesión abierta

Micronovela.
"Las joyas de mamá están desparramadas sobre la mesa del comedor. Repartan, nos dice el abogado. Ya nos advirtió de que si no nos ponemos de acuerdo se va a tener que denunciar en el sucesorio la existencia de las joyas. Y vamos a tener que pagar la tasa de justicia. Mucha plata. Marta sacó las joyas de la caja fuerte de la biblioteca. Juliana revisó que no quedara nada ahí adentro. Que Marta no se hubiera olvidado de algún anillo, juego de aros o broche. No confían en mí, che, nos decía Marta, mientras volcaba el contenido de la caja fuerte sobre la mesa. No, no confiamos. Acá nadie confía en nadie. La sangre no es garantía de nada".