En medio del caos y la devastación de la Segunda Guerra Mundial, Taehyung enfrenta una difícil situación. A pesar de su deseo de servir a su país en el frente, una enfermedad cardíaca lo hace inelegible para el servicio militar. En su lugar, su prometido y omega, Jungkook, es llamado a filas.
Jungkook, a pesar de ser un omega, muestra una valentía inquebrantable en el campo de batalla. Sin embargo, la guerra es cruel y despiadada, y pronto se encuentra en medio de la carnicería, enfrentando peligros mortales en cada paso.
Mientras tanto, Taehyung se queda en casa, angustiado por la seguridad de su prometido y afligido por su propia impotencia para ayudarlo. Sin embargo, Taehyung sigue recibiendo cartas de Jungkook, aparentemente escritas desde el frente de batalla, en las que expresa su amor y lealtad hacia él.
Ajeno a la realidad, Taehyung se aferra a estas cartas como una fuente de esperanza y consuelo en medio del conflicto. A medida que la guerra continúa, Taehyung encuentra fuerzas para seguir adelante, creyendo fervientemente que su prometido regresará a su lado cuando termine el conflicto.
Sin embargo, conforme pasan los días y las noticias de la guerra se vuelven más sombrías, Taehyung comienza a cuestionar la veracidad de las cartas. A pesar de sus dudas, se aferra a la ilusión de que Jungkook está vivo, negándose a aceptar la cruda realidad de su pérdida.
Con el corazón lleno de esperanza y temor, Taehyung continúa escribiendo cartas a su amado, manteniendo viva la conexión entre ellos, incluso en medio de la oscuridad de la guerra.